Desde hace ya casi dos años, lleva reuniéndose Cadius Zaragoza y con gran emoción hemos asistido al primer laboratorio oficial. De la mano de Javier Mendivil, nos introducimos en el mundo Medieval, de los reinados y de la geografía a través de la cartografia. Presente a cada minuto, la usabilidad, dada en cada uno de los mapas que iban rodando, desde
El mapamundi según Beato de Liébana, (Versión del Beato de Burgo de Osma –año 1078-) hasta la representación del Imperio de
Carlo Magno para educación, tanto razas como religiones.
Es evidente, que se ha dado pasos de gigante en lo que a “cartografía usable” se refiere (de un mundo
representado circularmente siempre rodeado de mar, a abrir otras posibilidades de
nuevas tierras), sin embargo, en la representación grafica supuestamente
más avanzada, descubrimos con gran asombro, como se cometían barbaridades en lo que es la usabilidad y legibilidad se refiere.
Curioso, en la época de la Edad Media, se basaba la representación cartográfica sobre la
cultura religiosa, anteponiéndose a todo otro tema. Cosa que durante el reinado de
Pedro IV de Aragón, cambio radicalmente, dando en ese momento, valor a las ambiciones político-económicas (él encargó unas
tablillas y las ofreció como regalo al rey de Francia (
Carlos V), en las que demostraba toda su grandeza de territorio dominado).
Algunos de los mapas expuestos, eran autenticas joyas que Javier ha ido adquiriendo, una delicia para la vista sin duda. De las primeras épocas, eran los mapas creados sobre pergaminos hechos con piel de oveja, de aquellos pesados mapas, pasando al papel, donde ya era más posible realizar copias de ellos y ser más accesibles a mayor cantidad de personas.
Me llevo la grata sensación de observar la usabilidad desde tantos puntos de vista como puntos de Historia. Los colores, los gráficos, la iconografía, tipografías, etc… están como sabemos, presentes ya desde lo más antiguo. En este caso, de los puntos mas mencionados, aquel mar rojo representado desde los tiempos mas antiguos con su
color “rojo”. Cambian los tiempos, cambian los medios e incluso los instrumentos, pero no la base, no la idea y desde luego no, el valor de la representación de algo usable, tanto de modo bien esquematizado, como de modo visual.
Ya después de nuestro agradable laboratorio, se cambiaron impresiones y se hicieron propuestas a raíz de nuestro próximo aniversario.
Gracias Javier por esa gran exposición, para deleite aquí esta su
crónica y sus
fotos.
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